martes, 25 de septiembre de 2012

A César Manrique, de “sus” islas con amor.

César Manrique (1919-1992)



El Espíritu de Lanzarote está triste. 

Cuenta una leyenda, que la Isla viuda recuerda y añora a César: aquella relación idílica. Extraña a quien fue “su dueño”, su guía.... Extraña a este hombre, el dragón que la hizo “su” princesa guardándola de tantos males infligidos por humanos deshonestos. Pero César se ha marchado hace veinte años ya –sí, muchos años por más que el bolero diga lo contrario http://www.youtube.com/watch?v=I5JQ1m3mxKw&feature=fvsr- y la Isla se siente muy sola aunque tiene un consuelo…

No sé dónde ni cómo nacen las leyendas. Y tal vez ésta no lo sea; no esta de César. Leyendas, cuentos, relatos… Yo no sé dónde nacen. Tampoco sé, de dónde me salen estas cosas, que con tanta certeza, me cuento de Lanzarote, de César Manrique…

Queda el consuelo. “Su” Isla, sus gentes, tienen un gran consuelo… Pues César nunca se ha ido del todo; permanece fiel a su gran y único amor: su Isla-Princesa. Allí, su indómito espíritu junto al de “su” Isla, velan por tan bella herencia: la Fundación César Manrique. Por el buen hacer de quienes la habitan, de sus colaboradores, de todos cuantos hacen posible la salvaguardia de su idiosincrasia.

No sólo tu Isla-Princesa te extraña, César. Somos muchos quienes, aún más en estos tiempos, extrañamos tu presencia, tu guía…

(Continuará)

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