miércoles, 3 de octubre de 2012
"Sopa de tortuga, pan de huevo".
Cada mañana, temprano, salgo con la perra y compro "cosillas", el periódico, etc. Hoy, en la verdulería "usosmúltiples" (además de fruta y verdura venden embutidos, pan, bollos, etc.) compré un pan de huevo. Al verlo, como me suele ocurrir cuando algo me recuerda algo, me trasladé a Venezuela (donde viví seis años). A La Entrada, un pueblo a 14 kilómetros de la ciudad de Valencia. ("La Valencia que naciera del Rey", decía un gran cartel que no sé qué significaba).
Yo, una chiquilla de 10 años, en La Entrada, merendando el pan de huevo que hacían unos lapones emigrantes. Además de vender en su panadería, por las tardes mandaban a un chico a repartir pan por las casas.
El pan de huevo de hoy, que vi en la verdulería, se parecía por la masa y color, al de los lapones. Así que lo compré para desayunar. Pero el sabor no se parecía ni pizca al que hacían los lapones, que el mandadero llevaba calentito a todas las casas. Este pan de 2012 estaba muy bueno, la verdad. Pero la imaginación, en glorioso technicolor, me llevó a 1950, al de la merienda, caliente, con mantequilla y leche en polvo KLIM.
Venezuela, un país al que quiero muchísimo. Y los recuerdos que tengo son maravillosos "de verdad", no porque sean recuerdos. Por ejemplo, el pueblo de La Entrada estaba en el campo, que allì era selva. Y la selva por la noche era un espectáculo increíble: las luces de miles de luciérnagas, que parecía que todas las estrellas del cielo habían caído a la selva.
Para terminar, algo de "Alicia en el País de las Maravillas". Lo que canta la Tortuga:
"Sopa de tortuga,
sopa de la noche,
riquíííísima sopa".
"Pan de huevo,
pan de merienda,
riquíííísimo pan".
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Un recuerdo entrañable de Melu. Un relato repleto de ternura.
ResponderEliminarBesos Melu. Y gracias por compartirlo.