Entrar en la librería "El Hada Lucía" (Las Palmas
de G.C.) es entrar en un mundo en extinción: el de la fantasía y la magia. No
exactamente un mundo en extinción, sino más bien asesinado por muchas de las
maravillas de nuestro tiempo: los ordenadores, juegos electrónicos, etc. ¿Por
qué el lado oscuro de esas cosas ahoga y aniquila otras? Otras como desarrollar
la imaginación de los niños, que sueñen con lo que se debe soñar en la
infancia.
La decoración de la librería "El Hada Lucía" me
encantó, y entrar en ella fue como ver desfilar multitud de personajes de mis
cuentos infantiles y ahora de los míos propios. Pues si de pequeña me
acompañaban Caperucita, Blancanieves y,
sobre todo, El Patito Feo (mi
favorito), ahora me acompañan los de mi propia invención. En un marco tan
apropiado como esa librería, no cuesta nada que, de todos sus rincones broten
no sólo los personajes de siempre sino otros que también tienen su sitio en ese
desfile: "Ana", la niña valiente convertida en ratón que, para
desencantarse, inicia un viaje desconocido y pelibroso; "Rosaluna",
la niña criada por las hadas, que conocía el secreto del verdadero amor.
"La Reina Henhebra", que acabó con las guerras; el niño que atrapaba
arco iris en un frasco de cristal; "Ocaso y Aurora", los amantes
cósmicos...
Personajes, todos ellos, de mis cuentos. Claro, yo tengo
mucha imaginación, es la verdad. Pero, por poca que se tenga no cuesta nada, al
entrar en "El Hada Lucía", adentrarse también en mundos fantásticos; la
más pobre imaginación salta como un resorte en semejante ambiente.
La librería "El Hada Lucía" me parece maravillosa;
se ha trabajado y pensado mucho, para ofrecer a los niños algo tan importante
como la fantasía y la magia. Dicen que es única en España... Orgullo para ellos
y pena de que sea eso, única.
Sitios así son lo que yo llamo "el Antídoto" (sí,
con mayúscula), el remedio contra los lados oscuros de las maravillas modernas.
No debían ser únicos en España, ni en ningún otro sitio; deberían estar por
todas partes, con la noble misión de ayudar a los niños a ser niños.
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