martes, 26 de febrero de 2013

Un gesto “amable” de la Inquisición en Canarias en el último libro de Pepa Aurora.





El pasado viernes día 22, Georgina y yo conseguimos llegar a tiempo (¡anda que no dimos vueltas!) al teatro de Ingenio para la presentación del último libro de Pepa Aurora: Juana Catalina, la última bruja de Canarias y otros cuentos.

Me encantó, como todo lo de Pepa Aurora, -¡ese arte de ella para ‘contar’! Además, me resultó muy interesante por el tema de ser Juana Catalina Quintana, la última bruja perseguida en Canarias por la Inquisición; agraciada, además, con ser sólo "penitenciada" como castigo. Muy “amable”, por parte de la temida entidad.

En el acto de la presentación, en el Teatro García Lorca de Ingenio, compré el libro al llegar, de modo que lo tenía durante las charlas "presentativas". Y me ocurrió lo de siempre: por muy interesante que sea lo que allí se esté diciendo, no puedo evitar el cosquilleo de tener un libro en la mano y unas ganas locas de ponerme a leerlo, sin hacer caso de nada más... Tal es la magia, para mí, de tener un libro en la mano: la impaciencia de verme libre para "hincarle el ojo". "¡Al fin solos, el libro y yo!".

En cuanto llegué a casa, no sólo me puse a "devorar" el nuevo libro de Pepa Aurora, sino que busqué otro que tengo sobre la Inquisión en Canarias: "Las víctimas de la Inquisición en las Islas Canarias", de Francisco Fajardo Spínola.

Un libro muy completo, muy documentado, que trae una "Relación cronológica de procesados", en la cual figura Juana Catalina Quintana, la bruja del libro de Pepa Aurora. Fue procesada en 1818, de profesión "Servicios", delito "Supersticiones" y caso resuelto como "Penitenciada". ¡Qué “alivio”, ver que no fue quemada!

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