martes, 27 de marzo de 2012

TWO. Crónicas Albionas. "Asesinatos".



Eso he dicho, pero no necesariamnente de personas. Cuando se ama mucho algo, su pérdida puede equivaler a un crimen. Eso me ha ocurrido con "mi" jardín, pelado miserablemente.

Hoy fui a Kingston, un pueblo no muy grande donde está el Centro Comercial. Y a esos asesinatos me refería: mi tienda favorita, que tanto ha contribuido con mis montajes, vendiendo lo que yo necesitaba, ha expirado. Me entraron unas ganas terribles de llorar, pero lo aplacé para el mediodía, cuando me fuera al río con mi bocadillo a llorar con los cisnes. Deambulé por el pueblo, de disgusto en disgusto, encontrándome que todas "mis" tiendas habían expirado. 

Ya hacia el mediodía, al visitar la última de las tiendas asesinadas, una japonesa que me gustaba mucho, me fui al Támesis con el bocadillo y lloré con los cisnes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario